Wangari Maathai es la única mujer africana que ha obtenido el premio Nobel de la Paz. Esta increible mujer es la fundadora del Movimiento Green Belt (Cinturón Verde) que plantó más de 20 millones de árboles en su país, Kenia, y con ello marcó las bases para crear una fuerte conciencia medioambiental.
La tala masiva de árboles y la consiguiente desertización es un gravísimo problema en África y contribuye al empeoramiento de las condiciones de vida en los pueblos africanos. La deforestación empobrece la tierra, impide los cultivos, ocasiona daños irreversibles a la biodiversidad. Con el simple gesto de plantar árboles, Wangari Maathai abrió los ojos de mucha gente: es un gesto simple y barato y puede salvar nuestro planeta.
Su lucha medioambiental no sólo es una lucha por la naturaleza sino que se extiende a la sociedad. Así, el programa de reforestación lo realizan las mujeres de las aldeas, que al recibir una paga por plantar árboles, ven mejorada sus condiciones de vida y adquieren mayor independencia.
Asimismo, Wangari Maathai ha luchado contra la especulación inmobiliaria en su país, esa que lleva a destruir bosques para levantar viviendas de lujo y en suma, contra la corrupción de los gobiernos y por la verdadera democracia en Kenia y en Africa en general.
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